Los barrios tradicionales de
Oporto esparcidos sobre la margen del río Douro, con la armonía de sus líneas y de su estructura
urbanística medieval, sorprende debido a su atareada vida comercial, por sus
bulliciosos mercados al aire libre durante el día y sus establecimientos de
comidas y bebidas que animan la vida nocturna.
Una de las zonas más típica de la
ciudad vieja es el barrio de A Ribeira, a la orilla del río Douro, barrio recientemente
rehabilitado y renovado.
Esta compuesto de una complicada red de
callejuelas estrechas y tortuosas, alpendres y viviendas de varias plantas que se amontonan unas
junto a las otras, con las fachadas de azulejos o pintadas con colores de tonos pastel,
con la ropa extendida a secar en los balcones.
Junto a la Ribeira, debajo
de la catedral, el barrio de O Barredo parece que no ha sufrido alteraciones desde la
edad media.
Las barandillas de sus casas cuelgan sobre la empinada colina
formando un laberinto con antiguas callejuelas y escaleras de pendiente pronunciada.
Los estudiantes acostumbran reunirse en su límite norte, en los jardines de la cordoaria, cerca de la Torre dos Clérigos.
Los estudiantes acostumbran reunirse en su límite norte, en los jardines de la cordoaria, cerca de la Torre dos Clérigos.