Río abajo, se encuentra el puente del ferrocarril Dona María Pía,
construido según las técnicas revolucionarias de Gustave Eiffel en 1877. Se
trata de un elegante obra que consta de un único arco de 350 metros, y una
estructura completamente metálica que permanece suspendida en el aire
y que era utilizada por los trenes a cualquier hora del día o de la noche.
El
puente de dom Luis I une la ciudad con Vilanova de Gaia, donde se encuentran
las bodegas donde se envejece los vinos de Oporto, es la más espectacular con
sus dos tableros superpuestos. Diseñado por un discípulo de Eiffel, fue
inaugurado en 1886 y su parte inferior soporta un continuo movimiento de
vehículos y la superior de transeúntes y una línea de metro.
Por
último cerca del estuario se encuentra el puente de Arrábida, de estilo
más moderno su construcción fue finalizada en 1963 y atraviesa el río con un
único arco de hormigón armado de de casi 270 metros desde este puente se ha visto un
panorama formidable de la ciudad y también del océano.
Hace
ya muchos años que los barcos romanos dejaron de atracar en Oporto para
desembarcar las mercancías que traían de ultramar, pero el río Duero continúa siendo punto de referencia para la ciudad, y todavía es posible ver surcando
sus aguas los barcos tradicionales rabelos, antiguas embarcaciones de fondo
plano con vela y dos hileras de remos destinadas a transportar el
vino de Oporto, aunque en hoy en dia su fin sea simplemente turístico.
Realizar una excursión en barco puede ser una bonita
alternativa para observar la ciudad desde otra despectiva.
