Este pueblo del centro de Portugal, en el distrito de Aveiro, habitado hoy por unas 11 mil personas, era el enclave de la mayor feria regional portuguesa en tiempos de la reconquista cristiana de la Península Ibérica, el punto de encuentro de artesanos, comerciantes, guerreros y religiosos en el siglo XII luso.
Aquel ritual desapareció con el paso del tiempo y la feria sólo quedó en el recuerdo y en el nombre del municipio, pues "feira" significa feria en portugués.
Quince años después de aquel comienzo, "El viaje medieval de Santa María de Feira" es la gran cita de recreación histórica de Portugal, donde otras villas, como la de Obidos, a 90 kilómetros al norte de Lisboa, también explotan con gran éxito su brillante pasado.
El festival de Santa María de Feira ha traspasado ya las fronteras lusas y ha logrado convertirse en un referente de ese tipo de actividades en Europa y el escaparate de una original oferta turística local de carácter temático que gira en torno al Medievo.
