La zona antigua de Faro, llamada Vila Adentro, se encuentra en el interior de un recinto amurallado de forma ovalada cuyo origen se remonta al periodo romano.
Muy alterada a lo largo de los siglos IX y XI durante el periodo de ocupación árabe, la muralla aun conserva dos torres de la época que daban protección al llamado
Arco do Repouso, así llamado por que según la leyenda el rey D. Afonso III descanso allí tras la conquista de la ciudad en 1249.
También merece atención la entrada de Arco da Vila con un arco de herradura sobre la puerta.
Hay que destacar también las dos torres de forma octogonal construidas por los bizantinos un siglo antes de la ocupación musulmana
Desde finales del siglo XVIII o Arco da Vila, es la entrada principal a la zona antigua. Es un interesante ejemplo de arte neoclásico autoría del arquitecto italiano Francisco Xavier.
Posee un nicho con la imagen de santo Tomás de Aquino y fue clasificado como monumento nacional en 1910.
A pesar de los diversos ataques de los corsarios ingleses del siglo XVI y a pesar de los estragos del terremoto de 1755, la muralla se mantiene en pie siendo realizadas en los últimos años intervenciones para su consolidación y puesta en valor con la categoría de Imóvel de Interesse Público.
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