Oporto
es una ciudad espléndida, catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.
Merece pena recorrer su intenso caserío, en la ladera que desciende hasta la orilla del
rio Douro, en busca de sus secretos.
Ya
en época romana aquí existían dos poblaciones, Portus y Cale, unidas por un
puente.
Durante
la invasión del Islám, la ciudad fue conquistada por Almanzor, convirtiéndose
entonces en un puerto pesquero importante.
Con
el tiempo prosperó en la construcción de barcos y sus astilleros produjeron
muchas de las naves utilizadas durante la época de los descubrimientos.
El
auge del comercio del vino, traído desde las poblaciones del Douro Interior a
través del río, se convirtió en una fuente de importante negocio y auge de la economía
dando origen a las prestigiosas mundialmente bodegas de Oporto, en la orilla
sur del río Douro, en la localidad de Vilanova de Gaia.
Entre
las joyas arquitectónicas de Oporto se encuentra la Iglesia de San Francisco,
de origen gótico pero con un interior profusamente barroco, que invaden los
muros y techos.
Otro
de los edificios emblemáticos es la Torre dos Clérigos, que se levanta en una
de las zonas más altas de la ciudad. La espigada torre, de más de 76 metros de
altura, es obra que Nicolás Nasoni, el arquitecto más famoso del barroco de
Oporto, que también trabajó en el palacio de Seixal y en la Iglesia da Misericordia,
cuya fachada abigarrada relevante en la Rua das Flores.
Uno
de los núcleos más típicos de Oporto es el Barrio de la Catedral, en las faldas
de la colina coronada por la catedral y también donde se encuentran algunos
lienzos supervivientes de la antigua muralla medieval.
El
origen de la catedral data del siglo XII, construida como templo fortaleza, ha
sufrido modificaciones durante los siglos XVII Y XVIII, conserva su rosetón
románico y un magnífico claustro de finales del siglo XIV, decorado con paneles
de azulejos.
Bajo
la catedral, un laberinto de callejuelas aparece a los ojos del paseante como
un conjunto de fachadas decadentes y destartaladas pero llenas de vida.
Destacan las ropas tendidas a secar, entre los colores ocres de la fachadas.
Oporto
cuenta con dos centros principales de actividad uno en la Avenida da Liberdade,
una amplia via a los pies del ayuntamiento, y la otra en el barrio del Cais da
Ribeira, un estrecho puerto fluvial considerado como uno de los barrios con más
encanto de Europa.