Esta villa fue fundada en 1773 por iniciativa del marqués de Pombal, siendo primer ministro, en la desembocadura del Guadiana en contraposición a Ayamonte, en España.
Para plantear el trazado de sus calles se aplicaron los mismos criterios que en la reconstrucción de Lisboa tras el terremoto de 1755.
Es una delicia recorrer el paseo fluvial, más tranquilo desde que ya no salen de aquí los ferries que cruzaban la frontera.