Las consecuencias de la instauración del peaje en la autovía A22, que une la provincia de Huelva con el sur de Portugal por el Algarve, siguen centrando gran parte de la actualidad informativa de la zona. Cuando no ha transcurrido ni una semana desde que comenzaran a cobrarse las polémicas tasas por circular en la citada vía, los afectados por el peaje, por necesidad de protesta o por sincera preocupación, se han encargado de boicotear los «controles inteligentes» que ha instalado el Gobierno portugués.
Así, en la madrugada del pasado martes varias cámaras de lectura asociadas a los dispositivos electrónicos para el pago del canon establecido aparecieron quemadas y acribilladas a tiros. Los incidentes se produjeron en la salida correspondiente a la localidad portuguesa de Boliqueime, situada a 70 kilómetros del puente internacional que conecta Ayamonte con Portugal.
No sólo las cámaras de control han sido objetos de actos vandálicos durante estos días. También los arcos donde están colocadas las mismas han sufrido daños, en concreto uno de ellos ha sido incendiado. Este incidente ha provocado que los dispositivos asociados al mismo permanezcan fuera de servicio por un tiempo indefinido.
Otras acciones menos radicales y violentas se centran en la protesta dialéctica, invitando a la «desobediencia civil» con respecto a la compra de los dispositivos. En concreto, la Comisión de Usuarios de la Vía do Infante pretende colapsar el sistema con esta medida de rechazo frontal al peaje que está poniendo en jaque la economía de las localidades de ambas orillas del río.
No son sólo portugueses u onubenses desde su territorio los que se quejan por la implantación del peaje. Las voces de protesta llegaron ayer al Parlamento Europeo. Allí, el eurodiputado socialista Luis Yáñez protestó contra la medida durante la sesión plenaria, tratando el asunto como una «ilegalidad», basándose en el carácter comunitario de la Vía do Infante, «un proyecto financiado con fondos de la Unión y que, por tanto, no puede ser objeto de negocio de una de las partes».
Yáñez calificó la medida de «abusiva, aún más en tiempos de crisis y cuando la pagarán los más desfavorecidos». Asimismo, reprochó «el espíritu recaudador» del Gobierno conservador portugués e instó a los populares españoles a que se pronuncien cuanto antes sobre la misma, dado el gran malestar qye ha provocado a ambos lados de la frontera.
JAVIER AZCÁRATE
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