En
sus orígenes eran los tiempos en que estas tierras eran frontera entre los
territorios de gala y con leoneses con los musulmanes.
La
torre estaba bajo el mando de Alfonso Carlos Hernández, un caballero castellano
cuyo hijo fue compañero de Alfonso Enríques el primer rey de Portugal.
A su
muerte, se dio la torre de las tierras a la orden de que empleo la fortaleza
para la vigilancia de la zona y protección de los peregrinos del Camino de
Santiago.
A
finales del siglo XX los repetía sus propietarios acometieron una restauración
cuidadosa salvando al edificio de la ruina.
Hoy
en día está integrada en un complejo destinado al turismo rural en apartamentos
habilitados en las pequeñas casas alrededor de la torre.